Preparando San Ignacio - Crónica desde La Piara

El Cerdo Tiburzio
Nuestro porquerizo, Eneko, ha tenido que bajar hoy a su pueblo para organizar los últimos flecos que quedaban para las fiestas de San Ignacio. Y es que sí, el hombre es un activo colaborador en las labores llanas del pueblo, es decir, en los trabajos de base que requieren más esfuerzo y otorgan menos reconocimiento (él y toda su cuadrilla del txoko). Así que, como venía diciendo, hoy temprano se ha despedido de nosotros para irse a sus “otros” trabajos.

Me ha parecido que bajaba un poco mosqueado, porque iba lanzando improperios a diestro y siniestro, más desquiciado que el niño alemán del youtube. La verdad es que nos hemos quedado un poco preocupados Tiberio y yo, porque iba tan alterado que parecía dispuesto a liar alguna gorda, a pesar de que en el fondo sabemos que es buen chico solo que se calienta con facilidad y le pierde la boca.

Nos ha contado Oinutsik, que es el perro guardián de la txerrikorta, que mientras desayunaba leyendo un periódico se ha encontrado con una noticia que decía que el alcalde había decidido echar para atrás muchas de las propuestas que ya se daban por decididas y definitivas. Y claro, con todo el trabajo que se había tomado él, que con su cuadrilla había empezado a preparar las fiestas desde el día siguiente al final de las anteriores, pues se ha sentido un poco menospreciado.
Ahí se ha empezado a enervar, por lo que al seguir leyendo estaba tan alterado que ha sido incapaz de asimilar las cosas como son y no como las escriben, por lo que la noticia estrella ha acabado por desencajarle y agriarle el día.

Parece que la noticia en cuestión destacaba una supuesta renuncia de Imaz a conseguir el derecho del pueblo vasco a decidir su futuro. Y claro, Eneko, que es tan vasco que lleva la txapela a rosca, se ha atragantado con los brioches de iparralde. Tan estupefacto se ha quedado que no se ha percatado que decir que la consulta no se puede dar más que en ausencia de violencia (ausencia significa lo que significa, lo otro será un kit kat) no es igual, ni parecido, a decir que nunca habrá consulta.

Y de ahí, un no parar. Que si la palabra de algunos no es de fiar (en el país de los ciegos el tuerto es el rey); que si feeling fotográfico; que si nacionalismo institucional (es que Eneko siempre se ha destacado por su anarquismo militante); etc. Incluso parece haberse sentido sorprendido por la existencia de diversidad de opiniones (extraña e inquietante sorpresa si entendemos por sorprendente lo no esperado).

En cualquier caso, aquí seguimos esperándole mientras tratamos de pasar el día, un día más (aunque más bien es un día menos, al menos para Tiberio), a ver si a la vuelta está más sereno y nos aclara un poco estas dudas, cosa que sin duda hará.

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